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Tomarse un descanso cada 10 días hábiles podría ser el futuro del trabajo en Brasil

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Tomarse un descanso cada 10 días hábiles podría ser el futuro del trabajo en Brasil


Veamos algunos de los pros y los contras de este nuevo e interesante concepto.

Resumen
Investigadores proponen un modelo de trabajo de ‘quincena de nueve días’ como solución al agotamiento en Brasil, promoviendo el equilibrio entre la vida personal y profesional.




Foto de : Freepik

Parece un problema matemático descabellado, pero ¿podría “Quintou” ser el nuevo “Sextou”? Cualquier brasileño conoce bien el término “Sextou” (algo así como “¡Gracias a Dios que es viernes!”) y cómo se celebra o se envía de grupo en grupo por WhatsApp desde el viernes por la mañana hasta la hora de partir. Esto significa que por fin llega el fin de semana y los que trabajamos cinco días a la semana pronto podremos desconectar y olvidarnos de la oficina o el entorno laboral hasta el lunes.

Pero, ¿nuestro amor cultural compartido por “Sextou” esconde una verdad más incómoda: que los brasileños trabajamos demasiado y a menudo nos pagan mal? Quizás no sepas (pero probablemente ya lo hayas sentido) que Brasil es el país con la segunda tasa más alta de burnout en el trabajo.

Para abordar estas crecientes tasas de agotamiento y ayudarnos a adaptarnos a las nuevas realidades laborales como el trabajo híbrido y remoto, investigadores británicos propusieron recientemente una solución audaz: un modelo de trabajo de ‘quincena de nueve días’, en inglés. Esto significa que los empleados trabajarían nueve días hábiles en un periodo de dos semanas, siendo el décimo día libre permanente, es decir, trabajarían una semana completa, de lunes a viernes, y tendrían libre el viernes siguiente, trabajando únicamente el lunes cinco.

Este modelo pretende equilibrar una semana laboral de cinco días con una semana laboral de cuatro días. ¿Podría esto disminuir nuestro amor por ‘Sextou’ – de manera positiva – y hacernos comenzar una relación nueva y más saludable con los jueves, sin comprometer nuestro trabajo los viernes? Y, lo que es más importante, ¿podría esta solución ser una forma seria de abordar el problema del agotamiento del país?

Veamos algunos de los pros y los contras de este nuevo e interesante concepto.

Las semanas más cortas son positivas

Las investigaciones recientes sobre semanas laborales más cortas son muy positivas. En Brasil, un estudio demostró que las empresas que experimentaron con una semana de cuatro días lograron muchas mejoras, tanto en la eficiencia laboral como en el bienestar de los empleados. Sin embargo, una comparación entre semanas de cuatro días y “quincenas de nueve días” reveló que esta última es ligeramente más flexible porque supone un cambio menos al que los empleadores y profesionales deben adaptarse, lo que reduce las preocupaciones sobre la interrupción de los patrones de trabajo actuales. Quizás sea una forma menos radical, pero también menos confrontativa, de ofrecer un modelo de trabajo que encaje con nuestra nueva vida profesional.

No sorprende que con un día libre adicional por cada dos semanas trabajadas, los empleados puedan gestionar mejor sus responsabilidades personales y disfrutar de más tiempo libre, mejorando su calidad de vida en general. Es importante recordar que el equilibrio entre la vida personal y profesional es una prioridad para el 63% de los trabajadores brasileños, más que el salario.

Otros hallazgos muestran que este modelo de trabajo promueve una mayor productividad, satisfacción de los empleados y una mejor salud mental, lo que seguramente reducirá tanto las renuncias como el burnout en las empresas, además de promover un ambiente laboral más positivo.

Otro estudio muestra que alrededor del 76% de los profesionales están dispuestos a cambiar de trabajo si una nueva empresa ofrece el modelo de nueve días trabajados cada dos semanas, lo que lo hace más atractivo para los nuevos talentos. Para las organizaciones globales que contratan empleados de forma remota o en oficinas locales, esta escala puede resultar muy útil como modelo estándar de tiempo libre internacional, ya que ofrece simplicidad administrativa y promueve el bienestar y la productividad. Por supuesto, como cualquier cambio importante en el lugar de trabajo, las organizaciones que buscan implementar un modelo internacional deben asegurarse de cumplir con las leyes laborales locales en cada territorio donde operan.

Entonces, ¿cuáles son las desventajas? Bueno, como cualquier relación entre empleado y empleador, requeriría buena fe por ambas partes. Dos obstáculos que es necesario abordar con sensibilidad son la tendencia de este modelo de trabajo a prolongar las jornadas laborales y la mayor dificultad para organizar los días libres sin comprometer el funcionamiento de la empresa. Por ejemplo, es posible que las empresas necesiten dividir a los empleados en grupos con días libres escalonados para mantener la eficiencia operativa.

El software de programación inteligente y las soluciones de recursos humanos pueden ayudar a gestionar estos desafíos al proporcionar herramientas para crear cronogramas efectivos. Si bien los niveles iniciales de estrés pueden aumentar a medida que los empleados y gerentes se adaptan, las empresas pueden proporcionar recursos y apoyo para abordar estos problemas comunes en el lugar de trabajo. Involucrar a su equipo en discusiones, escuchar sus inquietudes y mantener abiertas las líneas de comunicación ayudará a crear un sistema justo que beneficie a todos.

La pregunta es: ¿Quintou encaja en la cultura laboral brasileña? En Brasil, la CLT (Consolidación de Leyes Laborales) define cuántas horas debemos trabajar y las reglas para las horas extras. Las horas de trabajo comunes son 5×2 (5 días de trabajo con 2 días de descanso), 5×1 (5 días de trabajo con 1 día de descanso), 6×1 (6 días de trabajo con 1 día de descanso) y 12×36 (12 horas de trabajo con 36 horas de descanso). Para que el modelo de un día libre cada dos semanas funcione, debe ser atractivo para los trabajadores y respetar las normas de la ley. Una nueva ley en el Senado, que reduce la jornada laboral a 30 horas semanales, es un buen comienzo. Pero si más protecciones legales permiten a las empresas y a los empleados tomar medidas para remodelar la jornada, la semana y la quincena laboral, “Quintou” podría ser el nuevo “Sextou”.

Carolina Merlin es especialista jurídica enGrupo Malva

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