Los artículos escritos por el equipo de PÚBLICO Brasil están escritos en la variante de la lengua portuguesa utilizada en Brasil.
Acceso gratuito: descargue la aplicación PÚBLICO Brasil en Androide o IOS.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva despidió este viernes (9/6) a Silvio Almeida del Ministerio de Derechos Humanos y Ciudadanía. Está acusado de acosar sexualmente a la ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco, y a varias mujeres, entre ellas la profesora Isabel Rodrigues, quien reveló en un vídeo que le puso las manos en las partes íntimas sin autorización.
em nota difundida por el Palacio del PlanaltoLula afirmó que, “ante las graves acusaciones” contra Almeida, decidió destituirlo. Sin embargo, en la conversación entre ambos, el Presidente de la República le dio la opción al ahora ex ministro de renunciar. Almeida rechazó la propuesta porque, según él, sería una confesión de culpabilidad.
Lula afirmó, en la misma nota, que era “insostenible mantener al ministro en el cargo teniendo en cuenta la naturaleza de las acusaciones de acoso sexual”. El presidente habló también con la ministra Anielle Franco, que recibió todo el apoyo de la primera dama, Janja da Silva.
Por orden de Lula, la Policía Federal abrió de oficio un protocolo inicial de investigación sobre el caso. La Comisión de Ética Pública de la Presidencia de la República también abrió un procedimiento preliminar para esclarecer los hechos.
“El Gobierno federal reitera su compromiso con los Derechos Humanos y reafirma que ninguna forma de violencia contra las mujeres será tolerada”, subrayó Lula en el mismo comunicado.
Defensa
Las denuncias sobre acusaciones de acoso sexual cometido por Almeida fueron presentadas por el movimiento Me Too Brasil y publicadas inicialmente por el portal Metropoles. Desde entonces, el movimiento dentro del gobierno ha sido convencer a Almeida de que deje su cargo.
El ahora exministro asegura ser inocente. En nota emitida por el Ministerio de Derechos Humanoscalificó las acusaciones en su contra de “conclusiones absurdas” con la única intención de perjudicarlo, “borrar nuestras luchas e historias y bloquear nuestro futuro”. Exigió “materialidad” de las pruebas, que, en el caso de acoso, son difíciles de presentar.
Almeida también dijo que repudia, “con absoluta vehemencia”, las mentiras que se atacan “en su contra”. Repudio tales acusaciones con la fuerza del amor y el respeto que tengo por mi esposa y mi querida hija de 1 año. , en parte de la lucha que hago, diariamente, a favor de los derechos humanos y la ciudadanía en este país”, destacó en el comunicado.
Para Almeida, “las acusaciones falsas constituyen una denuncia calumniosa. Y, según él, “tales difamaciones no se corresponden con la realidad”. En su defensa, dijo que “es evidente que hay una campaña para afectar” su imagen “como “Un hombre negro en un puesto destacado en el Poder Público”. Para el ex ministro, las personas que lo acusan “no tendrán éxito”.
Tener puesto
Lula decidió que el Ministerio de Derechos Humanos será dirigido, de forma interina, por una mujer, la actual secretaria ejecutiva, Rita Cristina de Oliveira. Su misión será continuar las políticas implementadas por el departamento y alejar al ministerio de la crisis.
A lo largo del viernes, el ambiente en Brasilia fue tenso, con varias reuniones entre ministros. Algunos de ellos, de hecho, hablaron con Almeida para intentar convencerle de que abandonara el Gobierno. Anielle también fue escuchada por compañeros de la Esplanada do Ministérios.
La perspectiva de Planalto es que, con la renuncia de Almeida, la crisis se aliviará. Pero Lula y quienes lo rodean saben que el desgaste causado por las denuncias de acoso sexual por parte de un miembro de un gobierno progresista continuará.