Donald Trump tiene unos dedos grasientos que quería compartir con algunos fanáticos del fútbol el sábado, y los arrojó a la multitud como un vendedor que arroja hot dogs.
Trump estuvo en el partido de Alabama/Georgia en Tuscaloosa en una caja con Roca infantilcuando comenzó a lanzar alitas de pollo a los fanáticos.
Algunos fans de Bama aprovecharon el evento para hacer una declaración política. A primera vista, parecería que se estaban burlando de las falsas afirmaciones de Trump que los haitianos estaban comiendo perros y gatos, mientras gritaban: “¡Se están comiendo a los Dawgs!”. Quizás algunos lo fueron, pero hubo cánticos de “¡Trump, Trump, Trump!”
En un contexto de dos intentos de asesinato en otros tantos meses, con importantes fallos de seguridad por parte del Servicio Secreto, el director en funciones Ronald Rowe Se preguntó si un lugar como este con más de 100.000 personas era una apuesta segura. Su respuesta es que su gente “sabe lo que tiene que hacer para crear un entorno seguro para nuestros protegidos”.
También hubo informes de que la campaña de Harris estaba detrás de una pancarta que ondeaba cerca del estadio y que decía: “Trump’s Punting on 2nd Debate”.
Por cierto… Alabama ganó el juego por un marcador de 41-34.