Un periodista de radio ha contado que se arrepiente de haber tenido a su hija y que a menudo se “aburre y se frustra” cuando tiene que jugar con ella.
Miguel Macías, de 48 años, escribió un ensayo para el New York Times en el que exploró la complejidad de sus sentimientos en torno a la paternidad.
Si bien reconoció un “profundo amor” por su hija, Olivia, fue brutalmente honesto acerca de algunas de las emociones más desafiantes que ha sentido desde su llegada.
“Es un sentimiento del que es tan difícil hablar, tan universalmente tabú, que me da miedo expresarlo incluso a las personas más cercanas a mí: arrepentimiento”, escribió Macías.
El nuevo padre explicó que nunca antes había querido tener hijos y prefería centrarse en su carrera.
El periodista radial Miguel Macías (en la foto con su pareja) dijo que se arrepiente de haber tenido a su hija y que a menudo se “aburre y se frustra” cuando tiene que jugar con ella.
Pero con el paso de los años, sus ambiciones de realizar documentales ganadores del Oscar se desvanecieron y su vida no lució como imaginaba.
Esto, combinado con el deseo de complacer a su pareja, lo llevó a dar el salto y finalmente darle la bienvenida al niño.
En medio de todas las emociones típicas que sienten los padres primerizos, Macías dijo que estaba un poco avergonzado al descubrir que el arrepentimiento afloraba a la superficie.
Atribuyó esto en parte a pequeñas cosas como la frustración cuando su hija se porta mal y el aburrimiento por la monotonía de la paternidad.
‘[D]”A pesar de mi amor por Olivia, no disfruto mucho jugar con ella”, admitió Macías.
“Puedo jugar durante 10, 15, 20 minutos, pero después me aburro y me frustro porque estoy perdiendo el tiempo”.
También dijo que lamenta la pérdida de su vida y sus objetivos anteriores, y cuestionó si era la decisión más moral traer a un niño a un mundo que se calienta rápidamente y está desgarrado por conflictos.
El periodista explicó cómo trató de reprimir sus sentimientos de arrepentimiento mientras luchaba contra la depresión.
Si bien Macías reconoció un “profundo amor” por su hija, fue brutalmente honesto acerca de algunas de las emociones más desafiantes que ha sentido desde su llegada.
Macías detalló sus experiencias en un ensayo para el New York Times
Con el tiempo, escribió Macías, ha llegado a apreciar sentarse con la emoción como una forma de afrontarla.
Fundamentalmente, Macías se ha dado cuenta de que el arrepentimiento puede coexistir con su inmenso amor por Olivia.
“Si no nos permitimos sentir arrepentimiento, sentirlo y llegar a algún tipo de paz con él, corremos el riesgo de que nos persiga”, escribió.