Posponer la resolución de problemas y ultimátums de 365 días (después de todo, las cosas no se pueden resolver de la noche a la mañana…) son ya un sello distintivo del estilo de Marcelo Rebelo de Sousa.
¿Alguien todavía cree en promesas como “será el año que viene”? En el fútbol, es el tipo de compromiso que sirve para consolar las derrotas y enmascarar una tremenda incompetencia en la gestión de los clubes (soy hincha del Benfica, sé exactamente de lo que hablo). En política ocurre más o menos lo mismo: sirve para ocultar los defectos del presente, lanzar la solución de problemas al futuro y pretender que cuestiones complejas y políticamente sensibles aún no se han resuelto por una evidente falta de tiempo. Meses más y ya verás. ¿Lo haremos?
El aporte de PÚBLICO a la vida democrática y cívica del país radica en la fortaleza de la relación que establece con sus lectores. Para continuar leyendo este artículo, suscríbete a PÚBLICO llámanos al 808 200 095 o envíanos un correo electrónico para suscripciones .online@publico. punto