Tras saldar la deuda histórica, CP se prepara para invertir en trenes de alta velocidad con el objetivo de ocupar una posición relevante en el mercado, en particular en la conexión Lisboa-Oporto. Pero el pedido que estaba preparando la empresa pública de ferrocarriles, que incluía 14 vagones para servicios de alta velocidad, podría acortarse, después de que el ministro responsable de infraestructuras admitiera que no es “saludable para el mercado que el Estado invierta tanto en trenes”.
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