Una organización benéfica de Nueva Zelanda distribuyó por error dulces contaminados con dosis letales de metanfetamina. El caso ocurrió en Auckland, la ciudad más grande del país, y ya está siendo investigado por las autoridades nacionales, que buscan identificar a las 400 personas que pudieron haber recibido cestas de alimentos que contenían estos dulces contaminados con la potente droga.
Auckland City Mission, una organización que trabaja con personas sin hogar, fue la encargada de distribuir las cestas. Los dulces en cuestión, de la marca Rinda, con sabor a piña, habían sido donados a la institución por un particular. La contaminación se detectó luego de que una persona requiriera asistencia médica tras ingerir uno de los dulces. Cada año, esta asociación distribuye alrededor de 50 mil cestas de alimentos.
Una muestra de uno de los dulces fue enviada al laboratorio, donde se encontró que contenía una concentración de metanfetamina 300 veces superior a las dosis consumidas en las calles por los drogadictos. Es decir, cada caramelo puede contener hasta tres gramos de metanfetamina.
en una declaración citado por la BBC Este miércoles, la responsable de la Misión de la ciudad de Auckland, Sarah Helm, advierte de que tragar un dulce con esta dosis de la droga “es extremadamente peligroso y puede provocar la muerte”. La organización dice que almacenó los dulces a mediados de julio, pero dice que está contactando a todas las personas que recibieron alimentos desde principios de ese mes, por precaución.
La situación es grave y podría incluso llevar a Interpol a participar en la investigación, admitió el inspector Glenn Baldwin, en una rueda de prensa celebrada este miércoles. La empresa que produce estos dulces señaló algunas diferencias entre los dulces que se encuentran en los supermercados y los dulces distribuidos en estas canastas. El más importante es el color: los caramelos contaminados con metanfetamina son blancos, mientras que los caramelos originales son amarillos. La contaminación de alimentos con drogas no es un caso único, pero son pocas las ocasiones en que un incidente ha adquirido proporciones de este orden.
Hasta la fecha se han recuperado 16 paquetes. Aún no se sabe exactamente cuántos dulces contaminados habrá en cada cesta, una cifra que puede variar. Por lo tanto, es vital identificar a las personas que recibieron estos dulces y garantizar que no sean consumidos, afirman las autoridades.
