La aerolínea británica EasyJet ha cancelado ya el 70,12% de los vuelos que tenía previsto realizar entre principios del 15 y finales del 17 de agosto, los próximos jueves, viernes y sábado. Son 216 vuelos menos los que se realizarán, según el recuento realizado este martes por la mañana por el Sindicato Nacional de Personal de Vuelo de la Aviación Civil (SNPVAC), que convocó a la huelga.
“Siguiendo lo que hemos estado transmitiendo últimamente”, reza el comunicado que SNPVAC envió a sus afiliados trabajadores de EasyJet, “les informamos que en el momento de lanzar este comunicado [antes das 9h da manhã desta terça-feira] Ya se han cancelado 28 vuelos durante los tres días de huelga en Oporto, por lo que no queda ningún vuelo fuera de los servicios mínimos”. Así, afirman, “en total, EasyJet canceló ayer 42 vuelos, que se suman a los 174 cancelados anteriormente en todo el país”. Son 216 vuelos en total, el 70,12% de los 308 previstos para los mismos días, antes de que se anunciara la huelga.
Para la dirección del SNPVAC, no hay duda “de que la participación será masiva, como ya lo fue el 99% de los votos en la asamblea general a favor de esta jornada de lucha”.
La paralización, anunciada previamente a finales de julio, comienza a las 00:01 horas del 15 de agosto y finaliza a la medianoche del día 17, para “todos los vuelos realizados por EasyJet, así como para otros servicios a los que esté adscrita la tripulación de cabina”. “, en territorio nacional.
Desde entonces, el Gobierno ha decretado servicios mínimos que se realizarán durante los tres días de huelga, que garantizan las conexiones con Madeira, Ginebra, Luxemburgo y Londres, desde Lisboa, Oporto y Faro, tras una falta de acuerdo entre la empresa y el sindicato.
Esta huelga surge, según el sindicato, citado por Lusa, porque los trabajadores están descontentos con el “continuo y cada vez más acentuado irrespeto a su dignidad profesional”, con los problemas de falta de estabilidad de horarios, con el trato discriminatorio hacia los pilotos en las compensaciones dado como parte de la interrupción del verano, con personal insuficiente en todos los departamentos relevantes o con la presión de trabajar horas extras.