La vida de padres, madres e hijos está marcada por la ría de Aveiro. Fue en su entorno donde José Manuel y Cristina —ella era lisboeta; él, de Ovar, se conocieron y acabaron iniciando su proyecto familiar. Y fue también en sus orillas y en sus aguas donde crecieron sus dos hijos, Marta y Duarte. Aunque vivían en Oporto, los fines de semana y vacaciones los pasaban en Torreira, en el municipio de Murtosa, casi siempre con un pie (o todo el cuerpo) en el agua: navegando, tabla a velaesquí acuático y, más recientemente, remo de pie o lámina hidráulica. La familia Barros encaja perfectamente en esta descripción que hizo el escritor Raúl Brandão, hace más de 100 años, enos pescadoresde la gente de la ría: “El hombre en estos lugares es casi anfibio”.
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