El Hospital Doña Estefânia, en Lisboa, es uno de los primeros en recibir libros para niños que necesitan tratamiento u hospitalización allí. Otras unidades de hospitalización infantil en todo el país también ganarán pequeñas bibliotecas, que sus promotores denominan “barrios de lectura”. Una manera de señalar Día Internacional de la Alfabetización.
Todos los libros son de Pingo Doce y se exhibirán y estarán disponibles en los pequeños hogares portugueses, con el objetivo de acercar a los niños a los libros, propósito del eje social de la empresa definido hace 15 años. Ya han lanzado más de 500 títulos exclusivos y las ventas han superado los dos millones de copias.
Filipa Pimentel, directora de sostenibilidad e impacto local de esta cadena de supermercados, afirma al anunciar el proyecto: “Conscientes de la importancia de la lectura en la infancia, para nosotros es muy gratificante contribuir para que los niños en un contexto hospitalario puedan mantener sus hábitos lectores y todo lo bueno que les puede aportar la lectura. Creemos que la recreación de estos simbólicos ‘barrios de lectura’ — formado por bibliotecas en forma de casitas — representará más que los libros y las historias que contienen”.
El responsable espera que la iniciativa sea un “nueva fuente de alegría y compañía para los niños hospitalizados”.
La fecha prevista inicialmente para implementar el proyecto era el 1 de junio, Día Mundial del Niño, pero fue pospuesta hasta otro evento, que se celebra este domingo 8 de septiembre, Día Internacional de la Alfabetización.
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Celebrado todos los años en esta fecha desde 1967, después de haber sido proclamado inicialmente por la UNESCO en 1966, “tiene como objetivo resaltar la importancia de la alfabetización para todos: individuos, comunidades y sociedades.”, les-se no sitio de Información Europea al Ciudadano (Eurocida).
Además de recordar que “la alfabetización es un derecho humano fundamental para todos” y que “abre la puerta al ejercicio de otros derechos humanos, a mayores libertades y a la ciudadanía global”, Eurocid informa sobre los datos facilitados por la UNESCO: en 2022, al menos uno de cada siete adultos de 15 años o más (765 millones) carecía de conocimientos básicos de alfabetización.
Respecto a los más jóvenes, informa: “Millones de niños luchan por adquirir niveles mínimos de competencia en lectura, escritura y cálculo, mientras que alrededor de 250 millones de niños de entre seis y 18 años no asisten a la escuela”.
Libros premiados en hospitales
Algunas de las obras disponibles en estos “barrios de lectura” recibieron el Premio de Literatura Infantil Pingo Doce, a saber El libro que no sabía lo que quería serde Márcio Martins (texto) y Cláudia H. Abrantes (ilustración), en 2023; y el abuelo menguante, de Daniela Leitão (texto) y Catarina Silva (ilustración), en 2022.
En la edición de este año, la primera en la que autores e ilustradores sin obra publicada ya no pudieron nominar, fue catarina fonseca que ganó 25 mil euros, con el texto original El secreto del faraón y yo. El ganador del concurso de ilustradores se dará a conocer el 24 de septiembre.