Se llama traqueobronquitis infecciosa canina, pero es más conocida como tos de las perreras y forma parte del conjunto de enfermedades respiratorias comunes en Portugal que afectan a los perros. La buena noticia es que no es grave, no es transmisible entre estos animales y los humanos ni a otras especies y existe cura.
En la gran mayoría de los casos, explica a P3 el veterinario Tomás Magalhães, los síntomas son leves. Pero allá vamos.
¿Cuáles son los síntomas de la tos de las perreras?
Para simplificar el asunto, la tos de las perreras se puede equiparar a la gripe. Es una enfermedad contagiosa causada por varios agentes, como el parainfluenza canino y bacterias, como bordetella bronchiseptica.
El síntoma más común, afirma el veterinario, “es una tos seca y excesiva hasta el punto de que parece que el animal se está ahogando”. También puede progresar a estornudos y secreción nasal y ocular.
Los síntomas menos comunes incluyen hinchazón y despigmentación de la nariz, salivación excesiva, agrandamiento de los ganglios linfáticos (es decir, en el área del cuello) y mal aliento.
“Los perros que aún no tienen inmunidad totalmente establecida y los animales que padecen algún tipo de enfermedad pueden tener complicaciones asociadas a la tos de las perreras y, en el límite, desarrollar bronconeumonía o fiebre”, agrega Tomás Magalhães.
Como se transmite?
Como su nombre indica, se trata de una enfermedad que se puede contraer en perreras, hoteles para perros, parques y guarderías para perros y otros lugares frecuentados por estos animales, especialmente en los meses de verano. Los comederos, bebederos y juguetes también son vehículos de transmisión, por lo que. , se recomienda que los perros no compartan estos objetos. Si esto sucede, es importante limpiarlos después de su uso.
Además, explica el veterinario, es fácilmente transmisible en zonas mal ventiladas o afecta a perros que muestran signos de estréspor ejemplo, porque se encuentran en un espacio que no conocen o en contacto con otros de su misma especie.
¿En qué consiste el tratamiento?
Esta pregunta es otra buena noticia para los perros y sus dueños. La mayoría de las veces, los síntomas son tan leves y temporales que es posible que no sea necesaria la medicación.
Sin embargo, es fundamental llevar inmediatamente al animal con síntomas a un veterinario para su diagnóstico. Pero antes, refuerza Tomás Magalhães, los dueños siempre deben llamar a la clínica para avisar que el perro tiene una enfermedad contagiosa y así evitar el contacto con otros animales que se encuentren allí.
Si el perro tiene una tos repetitiva que le impide, por ejemplo, dormir, el veterinario le recetará un antiinflamatorio, mucha agua, buena comida y reposo. “En los casos más graves, podemos recurrir, como límite, a antitusivos si la tos es muy intensa, pero rara vez está indicado porque es el mecanismo de defensa del organismo que no queremos que los animales pierdan”, añade.
¿Cuánto tiempo tarda en desaparecer?
Varía de un caso a otro y de la salud del perro. Según el veterinario, los animales que presentan síntomas leves quedan libres de la enfermedad al cabo de una o dos semanas, y los casos más graves al cabo de un periodo de cuatro semanas.
Durante este tiempo, los animales deberán estar aislados de otros perros, pero podrán pasear con sus dueños, siempre que lo hagan en lugares donde no circulen otros de su misma especie.
“En esta etapa de recuperación deben usar un arnés en lugar de un collar para que no haya una presión en la zona de la tráquea que les provoque tos”, explica el veterinario.
¿Existe una vacuna?
Sí, de hecho, la tos de las perreras es tan común que existen tres tipos de vacunas que se pueden administrar a los perros.
Según Tomás Magalhães, la primera en aparecer fue la vacuna intranasal, es decir, se administra por la nariz a través de su propio aplicador. Tiene una sola dosis y otorga inmunidad al animal dentro de las primeras 72 horas después de tomarla, sin embargo, se debe repetir cada año.
También existe la posibilidad de que el perro reciba la vacuna por la boca o con un pinchazo en la zona del cuello. Este último puede ser una opción para perros braquiocefálicos (con hocico plano), cuyas fosas nasales son demasiado pequeñas para insertar el aplicador nasal. Se debe reforzar a las cuatro semanas y repetir anualmente.
¿Puede un perro vacunado contraer la enfermedad?
Sí. La vacuna contra la tos de las perreras es como la vacuna contra la gripe: protegerá al perro de la enfermedad y reducirá la fuente de transmisión y contagio, pero no lo vuelve inmune.
“No existen vacunas 100% efectivas. Esta vacuna permite la formación de anticuerpos que protegerán al animal en el segundo contacto con el agente transmisor de la tos. Y como puede tener varios virus y bacterias en su origen, es normal que los perros vuelvan a tener la enfermedad”, refuerza el veterinario.