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Conocido como Kadu, el brasileño Kildery Eduardo Ferreira Silva, de 21 años, nació en Ataléia, en el valle de Mucuri, en Minas Gerais. Había vivido dos años en Portugal, más precisamente en la región de Tires, en Cascais, y trabajaba en el restaurante y chiringuito Grande Onda, en Carcavelos. Kadu fue asesinado el 23 de julio mientras intentaba proteger a dos mujeres que estaban siendo acosadas por un grupo de jóvenes.
El brasileño les llamó la atención y les pidió que dejaran en paz a las mujeres. Luego se alejaron de ellos, pero no abandonaron el bar donde trabajaba Kadu. El ataque al joven se produjo cuando esperaba un auto app, poco después de salir del trabajo. Murió al ser apuñalado.
Ante la actitud de protección de las dos mujeres por parte del brasileño y la forma violenta en la que se mostró, la Asamblea de la República de Portugal aceptó el voto de condolencia propuesto por el Bloque de Izquierda.. “La violencia contra las mujeres es un mal que afecta a la sociedad portuguesa. La trivialización del acoso contra las mujeres está en la raíz de otros delitos, incluidos la violencia sexual y el feminicidio. Kildery Silva no quedó indiferente, intervino para poner fin a una situación de acoso y lo pagó con su vida”, destaca el voto de condolencia.
Banalización de la violencia
Kadu estaba en Portugal acompañado de su hermana, Kesilley Silva, de 22 años, que trabajaba en el mismo restaurante donde se produjo la violencia. Sus objetivos en el país europeo, según contó al sitio web G1era traer a su madre a Portugal y obtener el permiso de conducir. Kesilley también dijo que su hermano fue asesinado luego de defender a las mujeres por segunda vez.
El brasileño fue rescatado en el lugar por otros empleados del restaurante, pero cuando llegaron los bomberos ya se encontraba en parada cardiorrespiratoria. El reconocimiento del cuerpo estuvo a cargo de Kesilley. En el momento del crimen ella se encontraba en la casa que compartían los dos.
El sospechoso, de nacionalidad portuguesa, huyó del lugar. Horas más tarde, se habría entregado en la comisaría de la Guardia Nacional Republicana (GNR), en Vila Franca de Xira, a 50 kilómetros de Carcavelos. Según la GNR, habría estado en prisión preventiva.