El Sp. Braga no hizo más que un decepcionante cero en la recepción de este jueves al Servette suizo, viéndose obligado a marcar la diferencia en el partido de vuelta de la tercera ronda de clasificación de la Europa League, el 15 de agosto, en Ginebra, para garantizar el acceso a la plaza. eliminatoria y evitar abandonar la prueba.
Después de dominar la segunda ronda de clasificación contra el Maccabi Petah Tikva israelí, que ganó por 7-0 en ambos partidos, el Sp. Braga decepcionó, aunque siguió manteniendo su portería a cero en la Europa League. Condición insuficiente para garantizar el triunfo que el técnico Daniel Sousa afirmó que era una obligación para el equipo del Minho.
En la primera parte, el Servette sorprendió al equipo de Braga y estuvo a punto de marcar en tres o cuatro de los ocho tiros de Matheus, cuatro veces más que los logrados por el equipo de Minho. El portero brasileño tuvo dos intervenciones providenciales que evitaron un resultado comprometedor al descanso.
Los suizos se prepararon para la reacción del equipo de Minho en la segunda parte, optando por un juego más comedido, reduciendo riesgos, atacando más quirúrgicamente, creyendo que podrán aprovechar la ventaja de jugar en casa en el partido de vuelta.
Pese a esta postura, el Sp. Braga siguió sin encontrar soluciones, resentido por la discreta noche de Zalazar y Ricardo Horta, que Bruma y Roger intentaron compensar con algunas iniciativas individuales.
El hecho de que el Sp. Braga sólo ganara el primer córner en los últimos 15 minutos fue sintomático. A pesar de la falta de inspiración colectiva, el Sp. Braga estuvo cerca de marcar gracias a El Ouazzani (76′) y Bruma (81′), cuyo disparo creó la ilusión de gol con el balón moribundo en las redes laterales.
Pero el gol nunca llegó y el Sp. Braga tendrá que dar una respuesta diferente en Suiza.