La dirección de la Procuraduría General de la República (PGR), que ocupa el décimo lugar en la lista de precedentes del Protocolo de Estado portugués, volverá a manos de un hombre. Amadeu Guerra, un experimentado fiscal y magistrado que estuvo en el punto de mira cuando dirigió el Departamento Central de Investigación y Acción Penal, fue la elección presentada por el presidente del Gobierno al presidente de la República.
A juzgar por el Conocidas las reacciones hasta el momento, la opción de Luís Montenegro fue más allá de lo esperado y la hizo completa. Desde Lucília Gago, que deja su cargo el 12 de octubre, hasta los partidos con bancas parlamentarias, pasando por los sindicatos de fiscales, el nuevo “señor de la PGR” recibió raros elogios y votos de confianza, y se puede decir que las expectativas sobre la forma en que desempeñará el papel son consensuadamente altos.
La idea de que Amadeu Guerra es una extensión de Joana Marques Vidal y representa una ruptura con el actual y controvertido mandato de Lucília Gago habrá contribuido al clima de acuerdo.
Lo que queda por saber son los objetivos de las diversas investigaciones y megaprocesamientos iniciados durante su etapa al frente del departamento de élite creado para abordar los delitos más complejos. Entre estos la sensación no será tan positiva, pero lo cierto es que cuentan poco para la valoración.
Amadeu Guerra desafió a personajes poderosos como José Sócrates, Ricardo Salgado o Orlando Figueira, y puso en marcha operaciones que se hicieron famosas como la Operación Marquésa Operación Fizzel robo en Tancos, el Operación Mont Blancentre otros.
Con él también se desarrolló el concepto de “megaprocesos” y la valoración que algún día se hará sobre el éxito o el fracaso de estas grandes investigaciones, que en muchos casos han desembocado en prescripciones y Los retrasos procesales también se reflejarán positiva o negativamente en su legado.
De momento, Amadeu Guerra permitió a Luís Montenegro obtener una clara victoria horas antes de la reunión con Pedro Nuno Santos sobre los Presupuestos del Estado (OE) para 2025. Un gran y raro consenso de duración indeterminada que parece irrepetible en materia de OE.
Poco después de la reunión en São Bento y cuando el líder del PS ya había explicado públicamente las medidas presentadas y las líneas rojas, el primer ministro consideró la propuesta socialista”radical e inflexible”, pero prometió pronto “una contrapropuesta, como un intento de acercar posiciones”. El culebrón de la PGR está en la recta final, pero el de Presupuesto recién comienza.