Cada vez que un actor fallece, a menudo se utiliza la expresión “el mejor que jamás lo haya hecho”. En el caso de Gena Rowlands, cuatro veces ganadora de un Emmy y dos veces Globo de Oro, la legendaria estrella del teatro, la televisión y el cine con una carrera que abarca casi siete décadas, la expresión parece un tanto inadecuada. Su presencia en la pantalla era inquebrantable e incomparable, una presencia cautivadora que podía expresar toda la historia de vida de un personaje con solo levantar una ceja o encender un cigarrillo. Ella era el tipo de intérprete al que los actores aspiraban a parecerse más y mostraba un auténtico sentido de vulnerabilidad que pocos han estado cerca de igualar. Su fallecimiento fue reportado por primera vez por TMZ. Ella tenía 94 años.
Rowlands recibió un Oscar honorífico en 2015, un año después de su última actuación en pantalla. Había sido nominada dos veces antes, y uno podría fácilmente argumentar que debería haberse llevado la estatua a casa en ambas ocasiones.
Nacida como Virginia Cathryn “Gena” Rowlands, se dedicó seriamente a la actuación estudiando teatro en la Academia Estadounidense de Artes Dramáticas en la ciudad de Nueva York. A lo largo de la década de 1950, actuó en el escenario a través de compañías de repertorio, haciendo su debut en Broadway en “The Seven Year Itch” antes de llevar el espectáculo de gira en la gira natural. El escenario la llevó a la pantalla chica, logrando su gran avance televisivo con “Top Secret” junto a Paul Stewart. Rowlands hizo su debut cinematográfico en “El alto coste de amar” en 1958, pero su legado está grabado en las almas de los cinéfilos de todo el mundo gracias a sus frecuentes colaboraciones con su difunto marido, John Cassavetes.
Una leyenda absoluta se ha ido
John Cassavetes y Gena Rowlands representan una de las colaboraciones creativas más grandes en la historia del cine, y ambos trabajaron juntos en 10 películas, incluidas “A Woman Under the Influence”, “Opening Night” y “Gloria”. Cada película le brindó la oportunidad de ser extraordinaria: dar vida a mujeres con una autenticidad tan feroz que parecían personas que conocíamos desde hacía años. Rowlands se destacó más allá de protagonizar los exámenes íntimos del comportamiento humano de Cassavetes, como sus actuaciones ganadoras del premio Primetime Emmy en “The Betty Ford Story”, “Face of a Stranger” y “Hysterical Blindness”, así como la ganadora del Daytime Emmy ” La increíble señora Ritchie”, pero Cassavetes comprendía implícitamente los talentos de Rowland y ella comprendía su visión de todos modos. La carrera de Rowlands se extendió hasta los 80 años, sin perder nunca el toque de empatía o el conjunto integral de conciencia emocional que aportó a cada papel.
Con cada actuación, se convirtió en una potencia aún más sólida y continuó actuando hasta que el Alzheimer hizo que eso ya no fuera una posibilidad. Su hijo Nick Cassavetes, quien la dirigió en “The Notebook”, anunció su diagnóstico en junio de 2024. No se conoció la causa de la muerte en el momento de la publicación, pero se informó que falleció en su casa en Indian Wells. California, rodeada de familia. Le sobreviven su esposo, Robert Forrest, y sus hijos Nick, Alexandra y Zoe Cassavetes.
Gena Rowlands, una artista única en una generación, tan hermosa como cruda, la extrañaremos mucho.