Tras una maratón de negociaciones, la Confederación Empresarial Portuguesa (CIP) decidió firmar el Acuerdo de Mejora Salarial y Crecimiento Económico para 2025-2028, sumándose al resto de confederaciones patronales y a la UGT. La formalización de este entendimiento se producirá este martes y contará con la presencia del presidente del Gobierno, Luís Montenegro. La reducción del IRC del 21% al 19% deja de ser explícita, pasando a ser una mera referencia genérica a implementar a lo largo de la legislatura.
En nota enviada la noche de este lunes, la dirección del CIP anunció que, “al ver un esfuerzo por converger con sus posiciones, decidió firmar el acuerdo”.
El resto de confederaciones patronales también pondrán su firma en el documento.
La Confederación de Comercio y Servicios de Portugal (CCP) también anunció que respaldaría el documento, aunque considera que “no cubre las expectativas y necesidades de las empresas”, en particular en lo que respecta al IRC.
“Sin embargo, este acuerdo prevé cuestiones que son relevantes para las empresas, como la reducción del IRC (si bien la CCP prefirió una referencia expresa a la reducción tanto de la tarifa normal como de la tarifa reducida, que terminan no explicadas adecuadamente)” , reconoce la confederación.
“Aunque limitada, la reducción de los impuestos autonómicos es también un paso hacia la corrección de lo que entendemos como una perversión de nuestro sistema tributario”, añadió.
Respecto al IRC, en la nueva versión del acuerdo a la que tuvo acceso PÚBLICO, el Gobierno da por hecho que pretende hacer una “reducción progresiva del IRC hasta 2028”, un cambio respecto a la intención explícita en el anterior documento de el acuerdo para realizar una “reducción progresiva de la tasa del IRC hasta 2028, pasando del 21% actual al 19% en 2025”.
La eliminación de la referencia a la reducción de dos puntos porcentuales en el IRC el próximo año cobrará mayor relevancia en la recta final de la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para 2025, en un momento en el que es precisamente esta reducción la que bloquea un posible acuerdo entre el Gobierno y el Partido Socialista.