Stonehenge se encuentra entre los lugares más emblemáticos de Inglaterra, pero puede que tenga un poquito de ascendencia escocesa.
Análisis previos de las rocas que componen Stonehenge indican que procedían de varios lugares. Las piedras más grandes, conocidas como sarsens, pesan hasta 30 toneladas y se originaron en una cantera a unas 16 millas (25 kilómetros) del sitio. Las rocas más pequeñas, llamadas piedras azules, pesan entre dos y cinco toneladas y se originaron en Gales, a unas 140 millas (225 kilómetros) de distancia, aunque si fueron transportadas por humanos o glaciares sigue siendo impugnada.
Ahora, un nuevo estudiarpublicado en la revista Naturaleza Puede haber resuelto uno de los misterios restantes de Stonehenge: el origen de la Piedra del Altar de la estructura megalítica.
La Piedra del Altar, o Piedra 80, como se la conoce en los círculos académicos, es la más grande de las rocas no sarsen de Stonehenge. Se encuentra parcialmente sumergido en el suelo, atrapado debajo de dos de las piedras azules. Un estudio geológico previo de la Piedra del Altar confirmado que, a diferencia de las piedras circundantes, no era originaria de Gales.
Para descubrir de dónde procedía, un equipo de geólogos dirigido por Anthony Clark, estudiante de doctorado en la Universidad Curtin de Australia, examinó la edad y la química de los granos de circón, apatita y rutilo extraídos de dos fragmentos. Descubrieron que el circón se remontaba a unos mil millones de años, mientras que la apatita y el rutilo eran relativamente más jóvenes, con 470 millones de años. Esa composición no coincide con ninguna de las otras rocas de Stonehenge. Lo que sí coincide son rocas en la Cuenca Orcadiana del norte de Escocia, a unas 466 millas (750 kilómetros) de distancia de Stonehenge en la llanura de Salisbury, que está a 85 millas (137 kilómetros) al oeste de Londres.
“Estos hallazgos son realmente notables: anulan lo que se había pensado durante el siglo pasado”, dijo en un comunicado Richard Bevins, profesor honorario de la Universidad de Aberystwyth, que trabajó en el estudio. “Hemos logrado determinar, por así decirlo, la edad y las huellas químicas de quizás una de las piedras más famosas del antiguo monumento de renombre mundial”.
Los investigadores señalaron que el propósito de su estudio era sólo determinar el origen de la Piedra del Altar de 6 toneladas, y no cómo fue transportada. Sin embargo, observaron que, dadas las distancias y los pesos involucrados, habría dificultades evidentes para transportarlo por tierra. También descartaron los glaciares como vehículo de transporte, observando que las capas de hielo en esa área se habían desplazado hacia el norte, no hacia el sur. En cambio, es más probable que los humanos movieran la Piedra del Altar a través del mar. Esa conclusión indica que las sociedades neolíticas de la región pueden haber sido más complejas de lo que se pensaba anteriormente.
“Transportar una carga tan masiva por tierra desde Escocia al sur de Inglaterra habría sido extremadamente desafiante, lo que indica una probable ruta de envío marítimo a lo largo de la costa de Gran Bretaña”, dijo Chris Kirkland, profesor de geocronología de la Universidad de Curtin, que también trabajó en el estudio. “Esto implica redes comerciales a larga distancia y un nivel más alto de organización social del que se cree que existió durante el período Neolítico en Gran Bretaña”.
Stonehenge ha sido durante mucho tiempo objeto de fascinación para los arqueólogos. Su historia se remonta al año 8.500 a. C. y las obras de sus famosos monumentos comenzaron hace unos 5.000 años. Su propósito sigue siendo un tema de debate, aunque algunos estudiosos creen que estaba destinado a ser un sitio conmemorativo.
Si bien el artículo arroja nueva luz sobre los orígenes de Stonehenge, su futuro parece seguro. En julio, el gobierno británico rechazó una ampliación planificada de la autopista que habría incluido un túnel bajo parte del sitio. Los críticos habían criticado durante mucho tiempo el plan, argumentando que representaría una amenaza para la geología de Stonehenge y para cualquier tesoro arqueológico no encontrado.